Y entonces lo entendió. La tierra de por medio ya estaba puesta. El tiempo que pasaría sin verlo asegurado. El dolor, la rabia y la decepción los llevaba tatuados en la piel desde que el miedo de él rompió el corazón de ella. Los buenos momentos ya estaban de camino. Pronto llegarían, la distraerían, lo meses se sucederían… Pero nada cambiaría de verdad si ella no le decía adiós a la esperanza de que él volviera a por ella algún día, en algún momento, por alguna razón, en algun lugar...
Tenía que apagar aquella torturada esperanza que no controlaba para encender una nueva y empezar de cero. Empezar de cero de verdad. Tenía que cerrar la puerta, y tenía que querer de verdad que nunca más se abriera. Era lo que más iba a costarle. Pero había recuperado las ganas de comerse el mundo que perdió hace tiempo, y no iba a hacerle ascos a aquel principio que estaba esperándola.
Tenía que apagar aquella torturada esperanza que no controlaba para encender una nueva y empezar de cero. Empezar de cero de verdad. Tenía que cerrar la puerta, y tenía que querer de verdad que nunca más se abriera. Era lo que más iba a costarle. Pero había recuperado las ganas de comerse el mundo que perdió hace tiempo, y no iba a hacerle ascos a aquel principio que estaba esperándola.
Bonita lectura!
ResponderEliminarbesetes preciosa!