Le pregunté y me dijo que no le preguntara. Que no me
importara que le importe.
Me dijo que tú quizá puedas salvarme, y que no me preocupe
ahora porque a ti te preocupe no poder hacerlo.
Me dije que no te quedarías, que ya te querías ir y aún no
habías venido. Me dije entonces que era porque no tenías que quedarte, porque
no eras tú.
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