viernes, 25 de noviembre de 2011

"Las cosas que nunca te digo,y sobre todo las que nunca me dirás..."

El chico titubeó, mientras nervioso se pasaba una mano por la nuca, hasta que al final lo soltó:

-          Pero…tú dijiste que tampoco me querías.
-          ¿Y me creíste? – explotó ella con una sonrisa triste.

Ella agachó la cabeza mientras él la miraba intentando entender. Llegó el silencio y se quedó a observarlos hasta que él, después de tantear el terreno, se decidió a romperlo:

-          Esa canción habla de los dos, aunque tú no lo entiendas.

Ella negó con la cabeza, aun con los ojos clavados en el suelo, y le espetó con un halo de tristeza infinita en su voz:

-          Nunca volviste a por mí. Dijiste que lo peor que podía pasar sería que todo se quedara igual, pero no deja de empeorar a cada día que pasa. Nunca te importé de una forma especial, ¿por qué iba a hacerlo ahora?

Entonces él la obligó a mirarle a los ojos y le dijo…

Levantó el bolígrafo del papel con una convulsión, deteniendo así la historia que habían escrito sus sentimientos desbocados. Arrugó el papel y lo revolvió nerviosa entre sus manos mientras tragaba salvia y contenía las lágrimas.

-          Ya basta…- susurró.


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