jueves, 2 de agosto de 2012

"...but you and i are gonna rise again."

Estaba acostumbrada a encontrar un compañero para su estado de ánimo, pero sin duda ese perfecto día soleado de julio no lo era. No, no lo era, y tampoco aquello. 


- ¿Ahora? - le espetó a la soledad de su coche, donde la velocidad y la música se peleaban por crear el escenario que necesitaba. 


¿Ahora? No, no tocaba ahora. Tocaba hace mucho tiempo, o dentro de mucho tiempo. Quizá nunca, o siempre. Pero, ¿ahora?
Su enfado subía a la vez que el volumen de la radio y los dos se negaban a dejar rendijas a la razón, la calma o la esperanza. Estaba enfadada, enfadada y dolida. 


Se había acabado. Ella lo había visto. O mejor dicho, ella no lo había visto. Por más que volvió durante meses a aquel lugar, a por él, a por ellos, a por aquel principio... Se acabó, se acabó.... Era algo imposible, una imaginación suya. Era algo que acabó cuando empezó, cuando salió el sol...


Y entonces, ¿por qué la puerta del bar se había abierto aquella tarde para que todo volviera a empezar? ¿Por qué él esta vez no pensaba dejarla escapar? Y, ¿a quién iba a engañar? Ella tampoco lo haría, se tragaría su miedo y sacaría las fuerzas de donde no las había, porque no pensaba irse de aquel mundo sin haber luchado por él.